Ayer no pude escribirte porque me quede perplejo con tu mirada, y tu voz, si! Por fin pude verte, era indescriptible tus pupilas se embarullaban con tu acaramelada voz, un sendero tortuoso se manifestaba en mí, no supe que responder, las tormentas personales conocedoras de mi ilusión y mis desgracias estaban presentándose, miles de palabras formaron una aglomeración en mi cabeza , y no sabía cuál de ellas pronunciar? Hoy fue como una triste novela de aquellas en el que la oportunidad se te va de las manos, aquella que cuando está por llegar al final, y se torna opaco, cierras el libro y prefieres quedar ignorante al desenlace.
Estuve leyendo poesía de pablo Neruda, “me gustas cuando callas porque estas como ausente…
Me gustas, así no calles, así alardees tu belleza en cada paso, así volteen a verte cuando derrochas frescura e hidalguía, porque en noches de delirio tengo la seguridad que tu alma busca lo mismo, y que viene a posar en mi cama, me abraza, me colma de caricias, y la magia nuevamente se apodera de nuestros delirios, indudablemente un paraje tuyo está conmigo, ¡ahora en este momento! Cuando te escribo siento que tus manos me acarician el rostro áspero por la barba, quisiera que sepas que es conmigo con quien sueñas, que soy yo el que te rapta cada noche para traerte a mi lecho, el que suspira con cada respiración tuya, el que adormece el dolor de no tenerte físicamente, sin embargo, estoy aquí enalteciendo tu personalidad, abrumándote de existencia.
“Me oyes desde lejos………… que bella frase, me identifico tanto con esta parte… sé que me oyes desde lejos, ahí donde juegas como niña con tu cabello, cuando volteas pensando que alguien te observa, y asientes la cabeza una vez más resignándote a no imaginarme, estoy ahí! Contemplándote como un centinela rebalsando de cafeína, con los ojos prendidos en tu belleza, ahora sé que estos pensamientos llegaran algún día en forma de cartas a tus manos, cuando todas se han de juntar, y en un unísono reflejen la demencia de este escritor que está sometido a tus deseos convirtiéndome en tu escribiente.
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