lunes, 22 de junio de 2009

CARTAS A UN AMOR UTOPICO

Hace ya mucho tiempo que esperaba un momento como este, fue como un día de eclipse, en el que la luna tenue y brillante se interpone al sol opacándolo, así llegaste a mi vida opacando toda mi semblanza de frialdad para convertirla en amor, aquella palabra tan triada por poetas, y tocada por muchos indiferentes, pero hoy entiendo más que nadie aquella palabra, tan solo pude divisar una apresurada mirada tuya, y basto para cautivarme, tus suave cabello, aunque no los haya deslizado entre mis dedos, imagino utópicamente que deben ser así, aquellos ojos que parecen ser extendidos por una afinidad a los costados y tu ceño medio fruncido me dicen que si no los miro y descubro cual es su color, podría enloquecer de tan solo imaginarme que tanta magia habría al tenerlos frente, la noche taciturna en la que te escribo quiere caerse y dar paso a la alborada, te siento en cada palabra que nace desde la raíz del fragor de mi alma, te siento cuando estoy pensando, porque pienso que tu mejilla esta junto a la mía, que tus labios están a punto de abatirme en cada suspiro y entrelazarse con el mío, te siento cuando cojo tus manos en mis sueños desvelados y muchas veces interrumpidos, cuando esa mirada acelera cada vez mas mis pulsaciones y latidos al punto que me tomo el pecho aludiendo que este corazón se irá contigo, día y noche trato de desvelarme y pensar en ti, porque el masoquismo de pensar en tu infinita e imposible deidad malversan mis sentidos, los afinan, los destrozan quedando como un acorralado de mis propios sentimientos que hoy yacen contigo, quiero quererte, quiero confiarte la eternidad de mis palabras, quiero poseerte, porque quiero ser yo también el que este siempre en tus pensamientos, con el que sueñes despierta, con el que te mira en tus sueños y te acaricia con la ternura de una mariposa en primavera, desdichados aquellos que tienen que conformarse en vivir una falacia tan grande llamada amor por muchos, pero que en realidad es querer por otros, el amor es más grande, es infinito, inexplicable, milagroso, ni mil páginas bastarían para definirlo porque puede variar en intensidad, hoy te confieso ante estas palabras que sin tu existencia todo seria llano, la vida seria nula, mis palabras antes puestas de intermedio serian mentiras sino estuvieras para tan solo regalarme esa sonrisa que aunque a veces no me pertenece, me da el elipser eterno para escribirte estas frases que quizás nunca lleguen a tus manos.

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