He vuelto a reescribir sobre renglones que creía habían culminado con un punto final en mi vida, la he tenido tan cerca que casi me he sentido parte de su existencia, he mudado mis perfiles de dureza y desasosiego, de gélido sentir, de desamor, solo para mirar dentro de un alma que no sea la misma y hacerla feliz.
Los fantasmas conocedores de mi turbia vida, me han arremetido como socavón de desprecio en el espíritu, y ellos una vez mas me han hecho entender que cuando no hay reciprocidad de sentimientos, es mejor dejarlos detrás de esa oscura puerta inalcanzable.
He creído en más de una ocasión encontrar el amor, y mi joven cuerpo no comprende a mi envejecida alma, que busca necesariamente lo que no va encontrar.
Ellas fueron tan diferente, cada una de ellas me dieron una lección que nunca más me sirvió para con otra, ellas las mujeres de mi vida me han formado una extraña capacidad para perderlas, he intentado remediar esta etiqueta, pero entiendo que será el motivo con el que me encuentre conmigo mismo.
Escribir lineas al pie de un río que yacía seco y que ahora aumenta su caudal como quien me dice que me espera algo lejos, fuera de mi tierra, y que nada debe detenerme, quizás amasare fortuna, o por fin la extraña suerte que he buscado y continuo buscándola.
Gracias por todo lo que me diste y enseñaste, creeme que trate de hacerlo todo bien, pero nunca nada es suficiente y yo lo se mas que nadie, creeme que nunca te mentí acerca de lo que este corazon puede llegar a sentir, pero estar enamorado de un posible y no de un real es triste, utópico y hermozo.
uo
A veces no se aprende de la experiencia, otras la experiencia no sirve porque la circunstancia presente siempre es totalmente nueva. Casi que lo mejor es la actitud de "ser consciente", es decir tener bien abiertos los ojos, en este caso el corazón, tenerlo abierto al amor.
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